"Moriré el día que muera la última persona que me recuerde."
"Esa es la función del arte popular: Agitar"
Facundo se despide de Medellin
CON UN CONCIERTO esta noche 25 de Junio de 2009 en Medellín Colombia en el Teatro Metropolitano, el cantautor argentino Facundo Cabral se despide del público paisa. Le dice adiós definitivo a 40 años de viaje por los escenarios mundiales, pero no dejará de escribir.
"La sociedad no ha mejorado nada, sigue siendo bastante estúpida y suicida y con mucho pánico a la vida. Lo que ha movilizado son los individuos", dice Facundo. Las boletas cuestan $45.000, $65.000 y $85.000. Informes: 444 63 00 en Medellin Colombia.
No es fácil para Facundo Cabral decirle adiós a Medellín, ni a muchas otras ciudades a las que cada vez, por razones de salud, le resulta más difícil desplazarse.
Pero esta noche, en el Teatro Metropolitano, el cantautor y escritor argentino, a sus 72 años, se despedirá.
Dice él que el público acude a sus conciertos movido más por sus historias que por sus canciones, y que estas últimas "son como un entremés, una copa que uno toma entre charla y charla". No soy de aquí, ni soy de allá es su copa más bebida.
A él no hace falta preguntarle mucho. Es de los que pone el tema y con sólo mencionarle mi apellido ya tiene con qué empezar.
"Estoy por sacar un libro que se llama Montoya . Fíjate qué coincidencia", es lo primero que me dice con su voz argentina, amable y sabia.
"Montoya era un hombre del que siempre hablaba mi abuela paterna, un personaje muy lindo para escribirlo. Es el que interesó a mi abuela en toda la literatura de los presocráticos".
Su abuela está presente en sus escritos. Uno se titula Mi abuela y yo...
"Sí. Y aparte ahora va a salir un libro que se llama La biblioteca, mi abuela y yo , porque mi abuela fue clave en mi formación literaria. Ella hablaba con personajes de los libros como algo presente, como sus amigos. Hablaba de Plutarco, de Horacio, de Balzac. Ahí estaba la raíz de lo que fue la literatura en mi vida. Tuve una base extraordinaria, a pesar de haber sido analfabeta hasta los 14 años".
Su infancia fue difícil, era usted prácticamente un niño abandonado...
"Una vida miserable. Cuando mi abuela me hablaba de Los miserables de Balzac, ¡caramba!, pensaba que estaba hablando de la gente de mi barrio. Fue dura, pero yo la agradezco porque creo que la comodidad nunca termina de hacer un hombre. La comodidad es algo que se tiene que ganar en la vida. No creo en la comodidad heredada porque termina siendo un imbécil el que nunca tuvo problemas. Tuve la suerte de tener que experimentar su ausencia. Para mí comer era un milagro".
El de hoy es su concierto de despedida...
"Me siento viejo, cansado. Espiritual e intelectualmente me siento joven y con la misma curiosidad, pero el cuerpo ya no me acompaña, ya no me obedece. A veces tengo que pedir auxilio hasta para que me levanten de la cama. Los vuelos ya se hacen muy difíciles, los aires acondicionados... Yo creo que es muy difícil que siga subiendo a los aviones más allá de noviembre o diciembre. Es una despedida serena. Sería tremendo para mí dar lástima. Quiero irme de una manera elegante".
En conclusión, no más aviones. Facundo seguirá cantando donde le quede cerca y se dedicará a escribir. Los primeros libros serán Montoya, La biblioteca, mi abuela y yo ; y Cartas a mi ahijado. "En realidad yo soy un enamorado de los libros. La canción, en mi caso, siempre fue una amante. Yo estoy casado con la literatura. Lo bueno fue que tuvieron buena relación mi amante y mi mujer", dice.
¿Y cómo quiere que lo recuerden?
"La gente que me conoce sabe que logré ser un hombre libre y feliz. No sé si artista porque tengo mucho respeto por esa palabra, pero mi vida ha sido una obra de arte y eso es obra de Dios, no mía".
Óscar Darío Montoya Gómez - Medellín | Publicado el 25 de junio de 2009
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/E/el_cuerpo_ya_no_lo_acompana/el_cuerpo_ya_no_lo_acompana.asp?CodSeccion=9
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